En el año 2016, dos años después del fallecimiento de su padre a causa de la leucemia, Marcos Yánez, llevó a cabo un gran reto en solitario para homenajearle y dar visibilidad a esta enfermedad que cada año afecta a más de 50.000 personas. Tras el gran éxito de esta primera aventura, Marcos ha llevado a cabo este año, de la mano de IATI Seguros como patrocinador, un reto aún mayor.

Alaska, 300 kilómetros de solidaridad

Entre los días 7 y 11 de junio, Marcos ha recorrió 300 kilómetros por Alaska, a lo largo de 5 duras etapas de entre 50 y 60 kilómetros, que le llevaron entre los espectaculares glaciares y los vastos bosques del que es, climatológicamente, el estado más duro de los Estados Unidos de América. La edición de Alaska de #RunForLeucemia terminó en el famoso “The Magic Bus”, el autobús Christopher McCandless, el famoso aventurero cuya historia inspiró a tantísima gente en el libro y la película “Into the Wild”.

Este reto deportivo extremo va de la mano de otro reto aún mayor: el solidario. Marcos Yánez se propuso concienciar sobre la leucemia y la importancia de donar médula ósea para salvar miles de vidas, tanto por los lugares que recorrería su ruta, como posteriormente por toda España compartiendo su épica experiencia. La cifra que se marcó conseguir fueron 3000 donantes de médula ósea y, como se puede comprobar en su página web oficial, el contador de donantes ya se ha puesto en marcha.

Cada una de las diferentes etapas de estos 300 kilómetros corriendo en solitario por Alaska estuvo llena de momentos mágicos que no hicieron más que llenar a Marcos de energías renovadas para completar su gesta.

Etapa 1: El #RunForLecuemia dio inicio en Eklutna Lake y terminó 58 kilómetros después tras completar un desnivel positivo de más de 2300 metros y sortear las dificultades creadas por recientes desprendimientos de camino a Wolf Lake.

Etapa 2: La segunda etapa tampoco sería sencilla, pues los 53 kilómetros que separan Hatcher Pass Lodge y Willow Camping Area llevarían el cuerpo de Marcos a sufrir las gélidas temperaturas de las nieves y las sofocantes subidas del termómetro al recorrer el asfalto de las llanuras y la pared de Lazy Mountain.

Etapa 3: Durante el tramo de más de 60 kilómetros entre Trapper Creek y Petersville Marcos contó con la compañía de una docena de simpatizantes que se unieron a su carrera para ayudarle a visibilizar la necesidad de la donación de médula ósea.

Etapa 4: La 4ª etapa trajo sorpresa con ella, pues a la carrera de Matos se unió esta vez el corredor Christy Youngblood, quien venciera a la leucemia un año atrás. Juntos recorrieron “por los que ya no pueden” los 46 kilómetros de esta penúltima etapa.

Etapa 5: La última etapa unió el pueblo de Healy con el mítico Magic Bus, donde la terminó la gesta de Yánez uniendo a un donante con un receptor.

La importancia de donar médula ósea

Gracias a iniciativas como la de Marcos, apoyadas por empresas con sensibilidad social como IATI, cada vez son más personas las concienciadas con la importancia de donar médula ósea. 3 de cada 4 pacientes no encuentran un donante familiar compatible, lo que significa que menos del 30% de los que necesitan el trasplante suelen encontrarlo.

Lejos de lo que muchos suelen pensar, el proceso de donar médula ósea es sencillo y sin apenas efectos secundarios. Muchos confunden la médula ósea con la médula espinal y creen que la extracción de ésta conlleva un doloroso pinchazo, pero la realidad es completamente diferente, pues no conlleva ningún peligro para el donante y salva miles de vidas.

En el 80% de los casos, tras administrar vía sanguínea al donante unos “factores de crecimiento” que ayudan a hacer llegar a las células madres al torrente sanguíneo, se realiza la extracción de forma intravenosa.

Otra forma muy potente y sencilla de salvar vidas al donar médula ósea es con la donación de sangre del cordón umbilical. Para ello el parto deberá tener lugar en uno de los hospitales adscritos al programa de recogida de un banco público.

¿A qué esperas para donar médula ósea y salvar miles de vidas?