Entrevista a Maria Garcia | CallejeandoPorElMundo

Hoy entrevistamos a otra gran bloggera, Maria Garcia que junto a Rubén forman la pareja de callejeandoporelmundo

– ¿CUANDO Y CÓMO SURGIÓ EL BLOG?

El blog surge hace ya tres años, después de volver de un viaje por Indonesia. Siempre me ha gustado dejar plasmado mis aventuras por escrito, y después de haberlo hecho en distintos foros de viajes decidí abrir un blog cuando ni siquiera sabía que era un blog. Os voy a contar un secreto, realmente el blog nació por dos razones pero la que más me gusta contar es porque me daba vergüenza que mi madre fuera capaz de hacer uno y yo no supiera ni siquiera que era un blog. Así que no me quedó otra que ponerme manos a la obra. Tres años después no me puedo creer que el blog siga activo que alguien, al otro lado de la pantalla, me lea. Y lo mejor, que siga leyendo después de haberme leído la primera vez. Por otro lado, el blog, sirve como memoria activa de mi chico, que jamás se acuerda de nada, así que le sirve para rememorar los viajes y que no se olvide de lo que hemos vivido. Realmente surgió como un regalo para él.

-¿NACISTE CON ESE ESPÍRITU VIAJERO Y MOCHILERO O FUE ALGO QUE DESCUBRISTE POCO A POCO?

Creo que siempre sentí la necesidad de viajar y conocer mundo. Pero nosotros, por desgracia, no viajamos en la niñez como cuentan otros. Sentía verdadera envidia cuando mi hermano se iba con mi abuela, la viajera de la familia y con la que recorrió casi todo España y parte de Francia. A mi nunca me tocaba. Pero sabía compensar esa necesidad leyendo libros viajeros, que me trasportaban a otros lugares y a otros tiempos. Leer es maravilloso. Y cuando obtuve mi primer sueldo, fue en lo primero que pensé, en viajar. Y desde entonces no he parado.

-¿CUÁL ES EL PAÍS QUE MÁS TE HA SORPRENDIDO? ¿POR QUÉ?

EEUU. Nunca me había llamado la atención. Es el país que menos ganas tenía de visitar y creo que era porque les tenía manía a los americanos. Tanta película no es buena para algunas cosas. Pero cuando mi hermano se empeñó en ir a Nueva York me empezó a entrar el gusanillo y tuve que ir. Desde el primer día que puse un pie en EEUU, me enamoró el país, me encantó, me sorprendieron sobre todo sus gentes, que nada tenían que ver con el estereotipo que tenemos formado en nuestra cabeza. Nueva York supuso un nuevo cambio en mi forma de pensar y tuve que volver para ratificar que en esta ciudad había dejado un pedacito de mi corazón. El paseo que nos dimos durante 20 días por el Oeste Americano vino a dejar una nueva huella, cada día pasábamos por unos parajes que si el anterior te había sorprendido, el que teníamos delante nos sorprendía más. Tanto cambio de paisaje y todo a lo grande vino a confirma que este país no era lo que yo me había imaginado. Estoy deseando volver (lo peor, que barato no es precisamente, así que tendrá que esperar).

-DIME TRES LUGARES QUE TE HAYAN IMPACTADO Y TRES MOTIVOS

Las vistas desde lo alto del Rockefeller Center en Nueva York. Llegamos un día de Jueves Santo a la ciudad y lo primero que hicimos fue subir al TOR. Fue una de las mejores experiencias que he vivido. Sin conocer nada de la ciudad, sin haberla paseado aún, ver como oscurecía, como el sol se ponía mientras las luces de la ciudad se iban encendiendo y con el Empire State al fondo es algo que guardo muy dentro. Uno de mis mejores momentos viajeros.

El llegar a Machu Picchu. No me esperaba que tras aquel matorral en plena ascensión se encontrara lo que a continuación vimos, la gran ciudadela Inca. Además, por muchas fotos que hubiera visto, nunca me hubiera podido imaginar donde está ubicado y como está construido. Me impacto verlo y descubrirlo.

Y me llamó muchísimo la atención y me sorprendió el parque nacional de Yosemite. Y creo que fue, precisamente, porque creía que no me iba a llamar la atención. Habiendo nacido y vivido siempre en Asturias, con tanta vegetación, jamás creí que un parque, que precisamente destaca por eso, por su exuberante vegetación me fuera a sorprender. Pero lo hizo. Esos paisajes tan a lo grande, como todo en ese país, hicieron que me quedara con la boca abierta. Es para verlo, para sentirlo y para descubrirlo. Impactante.

 

-¿QUÉ 3 COSAS NO PUEDEN FALTAR EN TU EQUIPAJE?

La cámara de fotos, mi libreta viajera y el móvil, que cada vez dependemos más de ese pequeño aparatito.

– ¿ALGUNA ANÉCDOTA QUE SE PUEDA CONTAR?

Anécdotas muchas. Viajando por libre suelen pasar muchas cosas en el camino, pero quizá la anécdota que siempre se me viene a la cabeza fue el día de vuelta de nuestro viaje por Perú. Aquel día habíamos pedido un taxi a las 7 de la mañana para poder llegar al aeropuerto de la caótica Lima con tiempo. Vemos que hay bastante tráfico pero no le damos mucha importancia, al fin y al cabo íbamos con tiempo suficiente. Para que os hagáis una idea, el aeropuerto de Lima está al otro lado de un río y para acceder a él se ha de cruzar el único puente que hay en kilómetros. Bueno, pues tan contentos íbamos siguiendo la ruta del taxi por el gps del iPad, cuando vemos que, al girar en una intersección, el atasco era impresionante. No se movía ni un coche. Varios carriles de autopista llenos y no se movía nada. Empezamos a preocuparnos de verdad cuando llevábamos una hora en la misma posición y decidimos que había que reaccionar y hacer algo. Nos bajamos del taxi, cogimos todo nuestro equipaje (que en la vuelta había duplicado de tamaño) y le pagamos al taxista con los últimos 40 soles que nos quedaban. El taxista nos dio las indicaciones. Seguir caminando por la autopista, cruzar el puente, seguir caminando y cuando veamos un paso peatonal por encima de la autopista, cruzarlo. Al otro lado estará el aeropuerto. Todo parecía muy fácil así que caminamos. Ahora me río cada vez que lo recuerdo, pero en aquel momento lo pasé mal. Llegamos al puente y vimos que no íbamos a llegar jamás al aeropuerto. Había una cuba totalmente cruzada en el puente y se veía que la cosa iba para largo. Cruzamos el puente y la situación cambio. No había nadie, ni coches, ni gente, ni nada… el desierto peruano. O al menos yo lo vi así. Empecé a caminar, con todo el peso del equipaje que cada vez se hacía más pesado. Calor, mucha calor y agotamiento es lo que recuerdo de aquel momento y que cada paso era una tortura. Levanto la vista y veo más desierto y … empecé a pensar que allí nos podría pasar de todo y sobre todo en el momento en que oigo pararse una moto a mi lado. Allí vi pasar toda mi vida por delante y pensé que nuestras aventuras habían llegado a su fin. Pensé en secuestro, asesinato… vete tu a saber todo lo que se me pasó por la cabeza mientras escuchaba al motorista decir “dos turistas en la autopista, solos, caminos del aeropuerto”. En fin. Ahí vi como todo se acababa.

Pero, levanté la vista con la intención de ver a mi posible asesino y lo que vi fue muy distinto. Había parado ante nosotros la policía Nacional. Me relajé. En ese momento llegaron muchos más y se empeñaron en subirnos a las motos. Rubén les decía que era imposible llevar todo el equipaje en las motos. Ellos que sí. Al final ganaron ellos. En una moto se subió Rubén, en otra una maleta. En otra yo con mi mochila y una bolsa de viaje que siempre llevábamos para la vuelta. Imaginad la imagen: el motorista, mi bolsa tamaño muerto, yo y mi mochila, los cuatro en una misma moto). Así, llegamos al aeropuerto mientras se iban diciendo por la radio que con cuidado, que no les fuera a pillar el RADAR. Y no era para menos. Salir en una foto del RADAR, pasando el límite de velocidad, con dos turistas (tienen prohibido subir civiles a las motos), sin casco… un autentico cuadro.

Cruzamos los carriles de la autopista y entramos en el aeropuerto saltándonos todos los controles. Pasamos por el carril de vehículos autorizados mientras el resto de los coches, atascados, nos miraban con incredulidad. Imaginad como se quedaron los taxistas cuando nos vieron llegar y bajarnos de las motos en semejantes circunstancias.

Una autentica aventura peruana.  Siempre lo recuerdo como el día que llegamos al aeropuerto de Lima a lo James Bond.

-¿VIAJAS CON SEGURO DE VIAJE? ¿POR QUÉ?

Siempre, con seguro de viaje siempre. Solo tenéis que leer la aventura que os he contado en la pregunta anterior para daros cuenta de que nunca se sabe lo que puede pasar en un viaje. Es cierto que siempre piensas que nada te puede pasar, pero en un viaje estás expuesto a muchas cosas y aunque lo más normal es que no te pasa nada… ¿qué pasa si pasa? Algo tan común como una simple caída puede convertirse en una autentica tortura y si no tienes un buen seguro que te cubra, incluso puede convertirse en tu ruina (EEUU, por ejemplo, es un país que te puede arruinar por una tontería), así, que… Siempre con seguro.

-¿QUÉ TE GUSTARÍA DECIR A QUIENES NO SE HAN LANZADO A DESCUBRIR EL MUNDO?

Pues que lo hagan, que no tengan miedo a nada porque no hay nada que temer. Solo con tener sentido común se puede viajar a casi cualquier lugar. Además, viajar, además de abrir tu mente, considero que te hace más tolerante, descubres otras formas de ver y vivir el mundo y te hace valorar mucho más lo que tienes, o no, según el caso, pero desde luego te hará ver las cosas de forma distinta. Para mi viajar es una necesidad, una forma de escaparme, de evadirme y de sentirme  en concordancia con el resto del mundo.. Para mi, viajar, es inevitable y sin viajar y conocer nuevos mundos y nuevas formas de vida no entendería mi vida. Así que animo a todo el mundo a que conozca más allá de su hogar y disfrute, sobre todo, de otras culturas y otras gentes. Integrarse con los demás es de lo mejor de viajar.