Hoy tenemos el placer de charlar un poco con Alicia Bea, creadora del blog Objetivo Viajar. Esta viajera especializada en el mundo de los viajes comparte, desde hace más de 5 años, sus experiencias y sensaciones en su propia página web. Países como Japón, Argentina o Israel la han visto pasar y dejar un trocito de corazón en cada uno de ellos. No dudes en seguir los pasos de esta viajera IATI y conocer el mundo a través de sus relatos.

¿Cuándo y cómo surgió Objetivo Viajar?

Objetivo Viajar vio la luz en 2012. En ese momento, tras quince años ejerciendo de periodista especializada en viajes en diferentes revistas del sector, decidí dar el salto a la esfera digital para tener mi propio espacio; una ventana abierta al mundo en la que poder plasmar, con total libertad, mi gran pasión: viajar y contarlo.

¿Naciste con ese espíritu viajero o fue algo que descubriste poco a poco?

Yo no vengo de una familia de grandes viajeros, más bien al contrario. Pero recuerdo que de pequeña me pasaba las horas muertas jugando con un globo terráqueo, imaginando cómo serían aquellos países cuyos nombres apenas era capaz de pronunciar correctamente. No sé si calificarlo como virtud o defecto pero siempre he sido muy preguntona así que, empujada también por la literatura de viajes que consumía de forma compulsiva, decidí canalizar toda mi curiosidad en el periodismo de viajes porque sabía que allí hallaría muchas de las respuestas que andaba buscando. Así fue y ahora, sinceramente, no podría dedicarme a otra cosa.

¿Cuál es el país que más te ha sorprendido? ¿Por qué?

Difícil quedarse con uno porque me encantó conocer Israel, y de Jordania, Turquía y Argentina volví completamente enamorada. Haciendo balance probablemente sería Perú. Fue la primera vez que crucé el charco, mi primer gran viaje, y a la ilusión por lo desconocido se sumaron momentos que aún recuerdo y me emocionan: lloré al llegar a Machu Picchu, disfruté como una chiquilla comprando en el mercado de Pisac, me perdí callejeando por Lima, buscando el pasado colonial de Trujillo, visité Chan Chan, Sacsayhuamán y Ollantaytambo… De eso hace ya mucho tiempo así que creo que ya va tocando regresar a un país que no me canso de recomendar.

Dime tres lugares que te hayan impactado y tres motivos.

Santa Sofía en Estambul. La obra del hombre más sobrecogedora que he contemplado hasta la fecha. Imposible olvidar su luz. El aluvión de emociones que te provoca es brutal.

Fushimi Inari en Japón. Este santuario sintoísta, uno de los más antiguos del país, era el lugar que más deseaba conocer y recorrerlo bajo la lluvia fue increíble.

El desierto Wadi Rum en Jordania. Kilómetros de fina arena roja y enormes montañas de arenisca y granito que recorrí a pie, en un todoterreno y a vista de pájaro desde un globo aerostático.

¿Qué 3 cosas no pueden faltar en tu equipaje?

Con lo años he aprendido que en cuestiones de equipaje menos es más y que los “por si acaso” no son realmente necesarios. Las tres cosas que nunca faltan son un pequeño botiquín, la cámara de fotos y el portátil.

Vemos que has viajado por todo el mundo, pero si a un extranjero le tuvieras que recomendar un rincón de tu ciudad ¿Dónde lo llevarías?

Aquí tengo que hacer doblete porque aunque ya llevo más de doce años en Madrid soy de Barcelona. En mi ciudad lo llevaría al Gótico, sin duda, y en la capital a recorrer Malasaña porque para mí es el barrio donde sucede todo. Fantásticas librerías, comercios centenarios, street art, variada oferta gastronómica, ambiente nocturno… Como suelo decir, Malasaña me pone.

¿Alguna anécdota que se pueda contar?

Más que anécdota fue un mal trago. Estaba en Israel a punto de coger un vuelo para volver a Barcelona y en el control policial inspeccionaron mi pasaporte durante cinco minutos que se me hicieron eternos. Miraban mi cara, miraban la foto… Lo peor fue cuando se lo llevaron a las dependencias policiales. Me asusté como nunca porque pensé que no subía a ese avión. Finalmente, me lo devolvieron con una gélida mirada y volví a respirar.

¿Viajas con seguro de viaje? ¿Por qué?

Sí, siempre contrato un seguro de viaje internacional, sobre todo fuera de Europa. Las pólizas son asequibles y viajar sin temor a los imprevistos para mí no tiene precio. IATI me aporta la tranquilidad de saber que si pasa algo no estoy sola y eso, cuando viajas mucho y te mueves en según que países, es fundamental.

¿Has necesitado en alguna ocasión asistencia médica en viaje o has tenido problemas con el equipaje?

Afortunadamente, nada más grave que las clásicas roturas de maleta o la pérdida temporalmente de alguna de ellas en algún vuelo. Por problemas de salud nunca. Toquemos madera.

También formas parte de la asociación MadridTB. ¿Qué es lo mejor que te ha aportado formar parte de esta gran familia de viajeros? ¿Crees que es importante para un blogger pertenecer a una asociación?

A nivel personal, contactar con gente que comparte tu misma pasión, con viajeros natos que además disfrutan narrando sus experiencias, es absolutamente enriquecedor. A nivel profesional, pertenecer a Madrid Travel Bloggers me permite asistir a seminarios y talleres de todo tipo para estar al día de las nuevas tendencias y seguir formándome. Algo fundamental en un mundo tan cambiante como en el que nos movemos. Y sí, por ambas razones creo que es muy positivo pertenecer a una asociación de blogueros de viajes. Cero inconvenientes y todo ventajas.

¿Qué te gustaría decir a quienes no se han lanzado a descubrir el mundo?

Teniendo en cuenta que mi frase de cabecera es que el mundo es demasiado grande para una sola vida, les diría que viajar es la mejor forma de invertir en uno mismo. Es aprender de ti en cada destino. Es una cura de humildad. Es abrir tu mente a nuevas culturas, hallar respuestas y la mejor vacuna contra el aburrimiento.

Hay quien solo puede hacer una escapada en agosto y quien se va con un billete solo ida. Para mí son igual de viajeros. Porque no importa el destino ni la duración del viaje sino cubrir esa necesidad vital de saber que hay más allá de lo que ya conoces.