Situado entre India y el Tíbet existe un diminuto país en el que el tiempo parece haberse detenido siglos atrás: Bután. Gracias a las elevadas tasas que hay que pagar para viajar a este antiguo reino de los Himalayas, te aseguramos que cuando lo visites, además de enamorarte de él, vas a comprobar que es el ejemplo más alejado del concepto de masificación turística. Para que sepas lo que te espera ahí, y para ayudarte a preparar tu itinerario, te traemos esta lista con las cosas que hacer en Bután que no puedes perderte. Para visitar ese país deberás contratar el viaje a través de una agencia que reservará por ti los vuelos y el alojamiento, pero del seguro de viaje deberás encargarte tú.

1. Volar a Bután y alucinar con el aterrizaje

La aventura empieza mucho antes de tocar tierra, pues el vuelo a Bután ya hará que empieces a emocionarte. Si has embarcado en Nepal, que es lo más común, pide sentarte en lado izquierdo del avión. En caso de que vengas desde el este, intenta conseguir, llegando pronto al aeropuerto, sentarte en el lado derecho. Si lo logras, tendrás un lugar privilegiado para cuando el comandante diga por megafonía “A su izquierda pueden ver el pico del Everest, el punto más alto del planeta”. Pocos minutos después, llegará el momento de aterrizar. El aeropuerto de Bután está situado a más de 2200 metros de altitud y es uno de los más famosos del mundo por lo difícil que es aterrizar en él. En el último tramo antes de tocar tierra, el avión tendrá que sortear, a base de compliacadas maniobras, las diferentes montañas que lo rodean.

Bután qué ver y hacer

2. Timbu, la capital del reino

La gran mayoría de viajes al país del Dragón Blanco empiezan por Timbu, la capital, y es que aquí se dan cita muchas de las cosas que ver Bután. La primera de ellas la verás desde casi cualquier rincón de la ciudad, pues el Gran Buda dorado preside una de las colinas cercanas. Cuando te acerques a él alucinarás con su tamaño, pero no olvides visitar su interior y contemplar las más de 100.000 pequeñas estatuas de Buda. ¡En Timbu hay más Budas que personas! Antes de irte de la ciudad te proponemos que visites también el bonito Memorial Chorten, con sus cerezos en flor en marzo, o la Reserva Nacional del Takin, un curioso animal que solo verás en el Himalaya. Si coincide que estás en Timbu un domingo, piden que te lleven al campo de tiro con arco. Este es el deporte nacional de Bután y los arqueros tienen una puntería prodigiosa.

Timbu capital de Bután

Viajar seguro por Bután

Hay viajes de esos que son “una vez en la vida” y este es uno de ellos. Un sueño hecho realidad que quieres que salga perfecto y, por ello, necesitas tener la certeza de que, pase lo que pase, estarás en las mejores manos. El clásico mal de altura que se puede dar en esta zona del mundo, un tropiezo subiendo al Nido del Tigre que te supusiera un esguince, algún problema digestivo al comer algo en mal estado o, sin ir tan lejos, cualquier enfermedad que en casa no sería un gran problema, aquí podría llegar a significar facturas médicas de miles de euros. Por eso se hace imprescindible contar con el mejor seguro de viaje a Bután.

El IATI Mochilero es el mejor para este destino. Gracias a su enorme colchón para gastos médicos, tendrás asegurado el acceso a grandes especialistas sin tener que pagar nada de tu bolsillo. Pero hay más. Contarás también con una serie de coberturas viajeras que te cubrirán también en casos como robo, problemas con tu equipaje, incidentes con tu transporte o incluso si fuera necesaria tu repatriación.

Ve a por el viaje perfecto. No te la juegues en Bután y hazte ahora con tu seguro:

 

seguro de viaje a Bután

3. Dochula Pass, los 108 chortens

Dependiendo de los días que vayas a estar en el país, podrás abarcar más o menos zonas. En caso de poner rumbo al interior, una de las cosas que ver en Bután que te encontrarás por el camino es el Dochula Pass. Si tienes la suerte de pasar por ahí un día soleado, podrás disfrutar de una vista panorámica de 360 grados en la que verás la cordillera de los Himalayas. En caso de que esté nublado, que suele ser lo más común, podrás gozar igualmente de los 108 chortens levantados en honor a los 36 soldados caídos en combate mientras defendían el país de una milicia independiente india en 2003.

Dochula Pass 108 chortens

4. Valle de Lobesa, donde el tiempo no pasa

Una de las cosas que tienes que hacer en Bután, si surge la posibilidad, es darte un baño de piedras calientes. Uno de los lugares donde lo podrás probar es en el Valle de Lobesa. Sumergirás todo tu cuerpo, excepto la cabeza, en una gran caja de madera llena de agua. A continuación, desde el otro lado de una pared, irán colocando minerales al rojo vivo que calentarán el agua y te nutrirán y te relajarán. Tras esta experiencia única, y siguiendo un paseo entre arrozales, irás pasando por diferentes pequeñas casas en las que podrás observar en sus paredes dibujos de grandes penes. ¡No te asustes! Eso es porque estarás llegando al Chimi Lhakhang, un monasterio en el que se guarda un gran falo de madera con el que, dicen, si te bendicen te curarán tus problemas de fertilidad.

Valle de Lobesa

5. Dzong de Punakha, el gran palacio

El Dzong de Punakha es una de los edificios más bonitos que ver en Bután. Situado en plena confluencia del río madre y el río padre, este impresionante palacio te espera para dejarte con la boca abierta. Fue construido en 1637 por los Zhabdrung y por él verás pasear en silencio a cientos de monjes budistas con sus hábitos rojos. Muchas de las estancias del dzong de Punakha se pueden visitar, y cuentan con unos frescos y pinturas bellísimas en las que se narra la vida de Buda. Si tu viaje a Bután es primavera, puede que tengas las suerte de ver el palacio rodeado por los árboles de jacaranda en flor.

Dzong de Punakha

6. El Nido del Tigre, la cumbre del viaje a Bután

La guinda al viaje a Bután es el trekking al Nido del Tigre. Éste precioso monasterio se encuentra situado al borde de una acantilado más de 3100 metros de altura, por lo que si tienes pensado llegar hasta ahí te recomendamos que escojas el seguro IATI Mochilero, ideal para este tipo de aventuras. Pasada la mitad del camino, existe un mirador desde el que las vistas ya son suficiente espectaculares como parar ahí y disfrutar del privilegio y la suerte de poder contemplar algo tan hermoso. Sea como sea, si quieres llegar hasta el final, te sugerimos que lo hagas caminando y no seas un turista irresponsable subiéndote a burro que tenga que hacer el esfuerzo por ti. Si llegas hasta el final, tu premio será el poder ver de cerca esta maravilla de monasterio blanco, repleto de banderas de colores, que parece levitar al borde del abismo.

Nido del Tigre Bután

7. Los innumerables festivales de Bután, otro imprescindible

Cuando tengas claras las fechas en las que vas a viajar al Reino del Himalaya, consulta en algún calendario las fechas de los diferentes festivales que ver en Bután y cruza los dedos por que tengas la suerte de vivir uno de ellos en directo. Estos festivales, tshechus en lengua local, son una explosión de color, música y folclore que siguen intactos y luciendo tal y como eran siglos atrás. En temporada alta es más fácil dar con uno de ellos, pero si lo vives en temporada baja serás prácticamente el único turista. ¡Tú eliges!

Festivales de Bután

Ganas de ir a Bután, ¿verdad? Pues no te pierdas esta otra guía que responderá a muchas de tus dudas:

contratar seguro de viaje a Bután