¿Sabías que Etiopía es el único país africano que nunca sufrió una colonización prolongada por parte de un país europeo? Esto ha hecho que sea una nación que mantiene una identidad cultural especial, además de un orgullo bien merecido y un sentimiento de independencia exacerbado. Y esa cultura propia es, sin duda, una de las mejores cosas que ver en Etiopía.
Sin embargo, más allá de eso, allí te espera una tierra dura, pero bella a la vez; unas gentes amables y hospitalarias; una historia densa, repleta de episodios dramáticos y leyendas increíbles; y unas tradiciones que te hacen comprender, a las claras, las razones por las que los exploradores occidentales siempre se han sentido profundamente atraídos por la magia de África.
Nos marchamos a Etiopía para vivir una aventura sin igual. Aquí no existen medias tintas y nos sumergimos en lo desconocido sabiendo que puede ser una experiencia que cambie nuestras vidas y la forma en la que vemos el mundo. ¿Nos acompañas?
Contenidos
- 1 Senderismo en el Parque Nacional de las Montañas Simien
- 2 Las iglesias milenarias de Lalibela
- 3 Un lugar donde la vida es imposible: la Depresión de Danakil
- 4 El lago Tana y el Arca Perdida
- 5 Addis Abeba: la vibrante capital
- 6 Las tribus del valle de Omo
- 7 Harar: el legado musulmán
- 8 Gondar: una ciudad de castillos
- 9 Los lagos de Awassa
- 10 Degustar la gastronomía de Etiopía
Senderismo en el Parque Nacional de las Montañas Simien
Uno de los parajes naturales más impresionantes que ver en Etiopía lo encontraremos protegido bajo la figura del Parque Nacional de las Montañas Simien.
El Parque Nacional Simien, ubicado en el norte de Etiopía, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo famoso por sus espectaculares paisajes y su biodiversidad única.
El parque, establecido en 1969, abarca una variedad de altas mesetas, valles profundos y picos escarpados, incluido el Ras Dashen, que, con sus 4.553 metros, posee el honor de ser la montaña más alta de Etiopía.
Esta área alberga una variedad de especies endémicas de vida silvestre, como el babuino Gelada, el íbice Walia y el lobo etíope, lo que la convierte en una región crítica para los esfuerzos de conservación.
Aquí podrás experimentar caminatas desafiantes, disfrutar de espectaculares panorámicas y conocer bellas especies en su hábitat natural, como las bellas lobelias gigantes.
Además, el rico patrimonio cultural del pueblo local Amara, que ha vivido en armonía con este entorno durante siglos, añade una profunda dimensión humana a la belleza natural.
Las iglesias milenarias de Lalibela
Se trata de otro de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y un importante centro del cristianismo etíope.
En Lalibela encontrarás once iglesias monolíticas, excavadas – la mayor parte de ellas en el siglo XII, bajo el reinado del rey Gebra Maskal Lalibela – directamente en roca sólida.
Se consideran uno de los mayores logros arquitectónicos de África. Las iglesias están interconectadas por una serie de túneles y pasadizos, creando un complejo laberíntico que ha sido lugar de peregrinación durante siglos.
Cada iglesia tiene un diseño único, con tallas intrincadas y obras de arte simbólicas que reflejan un profundo significado religioso.
La más famosa de ellas es la Iglesia de San Jorge, con su diseño en forma de cruz y su notable artesanía.
Las iglesias de Lalibela no sólo representan una extraordinaria hazaña de ingeniería y arte, sino que también siguen funcionando como lugares de culto activos.
Sin duda, no es solo uno de los lugares más espectaculares que ver en Etiopía, sino en toda África.
Un lugar donde la vida es imposible: la Depresión de Danakil
Y de un lugar de culto religioso nos vamos a otro en el que apenas puede existir la vida.
La Depresión de Danakil, ubicada en el noreste de Etiopía, es una de las regiones más inhóspitas y fascinantes de nuestro planeta.
Situada en el Triángulo de Afar, tiene la particularidad de encontrarse a más de 100 metros por debajo del nivel del mar y es conocida por sus extremas temperaturas, que pueden superar los 50 grados Celsius.
El paisaje que allí encontrarás es una mezcla surrealista de vastas salinas, lagos de lava, géiseres de azufre y montañas volcánicas, con el volcán Erta Ale siendo uno de los más activos. Una auténtica maraña de colores y formas que parece haber salido de la paleta de un pintor loco.
La Depresión del Danakil también es hogar de los Afar, un grupo étnico nómada que ha aprendido a sobrevivir en este ambiente extremo. A pesar de sus condiciones desafiantes, la región atrae a científicos y aventureros de todo el mundo.
El lago Tana y el Arca Perdida
¿Quieres visitar un lugar relacionado con el Arca de la Alianza que guardaba, según la Biblia, las tablas de la ley que Dios entregó a Moisés? Pues para ello tendrás que viajar al magnífico lago Tana.
El lago Tana es el cuerpo de agua más grande de Etiopía y fuente principal del río Nilo Azul.
Con una superficie de aproximadamente 3.673 kilómetros cuadrados, el lago alberga numerosas islas que son el hogar de monasterios de gran importancia religiosa. Estos monasterios, algunos de los cuales datan del siglo XIV, contienen valiosos manuscritos, arte religioso y reliquias históricas.
Una de las leyendas más fascinantes relacionadas con el lago Tana es su conexión con el Arca de la Alianza. Se dice que el arca fue trasladada a la isla de Tana Kirkos, en el lago, para protegerla.
Aunque su ubicación actual es objeto de debate, esta leyenda añade un aura de misterio y santidad al lago, haciendo de él un lugar de peregrinación que ver en Etiopía.
Puedes explorar el lago desde tu base en la población de Bahir Dar. Allí podrás encontrar a barqueros que te den una vuelta por el Tana.
Addis Abeba: la vibrante capital
Casi seguro que cualquier viaje por el país lo comenzarás en Addis Abeba, la capital y ciudad más grande que ver en Etiopía.
Addis Abeba, como buena capital africana, es caótica y vibrante, ofreciendo una rica variedad de atracciones.
Si te gusta la historia, debes visitar el Museo Nacional de Etiopía, donde se encuentra el famoso homínido fosilizado, Lucy, y ofrece una inmersión profunda en la historia antigua del país.
La Catedral de la Santísima Trinidad, una maravilla arquitectónica, es un icono tanto por su importancia religiosa como por su diseño ornamentado.
Para una experiencia cultural, el Museo Etnológico ofrece información sobre los diversos grupos étnicos y tradiciones de Etiopía.
Después, te recomendamos que te des una vuelta por Mercato, uno de los mercados al aire libre más grandes de África, perfecto para observar la vida local y conocer productos locales.
Por último, sal del centro para visitar Entoto Hill, una colina que te ofrece las mejores vistas panorámicas de Addis Abeba y alberga la histórica iglesia Entoto Maryam.
Las tribus del valle de Omo
Tendrás que viajar a la vasta región del valle de Omo, en el sur del país, para conocer algunas de las tribus más ancestrales de Etiopía.
La tribu Mursi es famosa por sus placas labiales, que las mujeres usan como signo de belleza y estatus social.
El pueblo Hamar es conocido por su ceremonia de salto de toros, un rito de iniciación para los hombres jóvenes.
Los Karo pintan sus cuerpos y portan elaborados peinados, que reflejan su herencia artística, mientras que Los Dassanech, que viven cerca del lago Turkana, practican tradiciones únicas de escarificación del cuerpo
Visitar el Valle de Omo te brinda una oportunidad única de presenciar estas costumbres antiguas y prácticas culturales que se han conservado a lo largo de los siglos.
Harar: el legado musulmán
Harar es otro de los lugares que ver en Etiopía que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta ciudad del este del país ofrece un rico tapiz de historia y cultura.
Piérdete por las laberínticas calles del interior de la antigua ciudad amurallada, conocida como Jugol, que alberga más de 80 mezquitas y 100 santuarios que reflejan su herencia islámica. El vibrante mercado de Harar es un deleite sensorial y ofrece artesanías tradicionales y el famoso café de la región.
Los sitios históricos como la Casa de Rimbaud, donde vivió el poeta francés, y el Centro Cultural Nacional Harari muestran las diversas influencias culturales de la ciudad. Paseando por las estrechas callejuelas de Harar se descubren casas coloridas, cada una adornada con diseños Harari únicos, lo que lo convierte en un destino fascinante para los entusiastas de la historia y la cultura.
Gondar: una ciudad de castillos
¿Sabías que Etiopía es el único país africano donde puedes encontrar una ciudad repleta de castillos de estilo europeo? Para ver esta rara avis, deberás pasar por Gondar.
En Gondar, a menudo denominada “Camelot de África“, la estrella es la ciudad fortificada de Fasil Ghebi, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que fue residencia del poderoso emperador etíope Fasilides y de sus sucesores entre los siglos XVI y XVII.
Se trata de un recinto amurallado de 900 metros de perímetro que alberga palacios, iglesias, monasterios y edificios públicos y privados de estilo muy peculiar, marcados por influencias árabes e indias y metamorfoseado por la estética barroca introducida en la región de Gondar por los misioneros jesuitas.
La Iglesia de Debre Birhan Selassie, adornada con hermosos frescos y murales angelicales, es una visita obligada por su significado artístico.
El baño de Fasilides, una antigua piscina utilizada para las celebraciones de la Epifanía, añade un encanto único al paisaje.
En el resto de la ciudad, debes explorar los vibrantes mercados locales, donde abundan las artesanías y especias tradicionales. Además, se encuentra muy cerca de Debark, la población de entrada a las montañas Simien.
Los lagos de Awassa
Uno de los lugares más tranquilos y serenos que ver en Etiopía es Awassa.
Awassa es una pintoresca ciudad ubicada a orillas del lago homónimo, pieza central de la ciudad que te ofrecerá oportunidades de explorarlo en barco (¡cuidado con los hipopótamos!), observar aves y pasear tranquilamente por sus orillas.
Acércate al animado mercado de pescado para observar la vida local. El parque Amora Gedel es un lugar tranquilo para hacer picnics y relajarse, pudiendo encontrarte allí con algunos monos juguetones.
Además, tras las Simien, Awassa es uno de los mejores lugares del país para practicar senderismo en zona montañosa. En el pueblo encontrarás algunas agencias que te organizarán todo para emprender rutas que van desde unas horas a varios días.
Degustar la gastronomía de Etiopía
Una de las mejores maneras de descubrir cualquier país es a través de su gastronomía.
La gastronomía etíope ofrece una rica fusión de sabores, caracterizada por el uso de especias únicas y tradiciones gastronómicas comunitarias.
Un elemento central de la cocina etíope es la injera, un pan plano de masa madre elaborado con harina de teff, que sirve como plato y acompañamiento. Platos como el doro wat, un guiso de pollo picante, y el kitfo, carne cruda picada y sazonada con especias, muestran la profundidad de los sabores etíopes.
Las lentejas y las verduras ocupan un lugar destacado en platos de ayuno como shiro y misir wat. El berbere, una mezcla robusta de especias, y el niter kibbeh, una mantequilla clarificada sazonada, son elementos básicos de muchas recetas.
Y, por supuesto, no nos podemos olvidar del magnífico café etíope, uno de los mejores del mundo.
Por lo general, las comidas se comparten (¡y prepárate a comer con las manos!), lo que refleja el énfasis de la cultura en la hospitalidad y la comunidad, creando una experiencia gastronómica rica y atractiva.
Artículo escrito por David Escribano, de Viajablog
