¿Te estás planteando explorar los Países Bajos? Pues no te arrepentirás, porque es un lugar fascinante. Cuando descubras los muchos lugares que ver en Holanda te sorprenderás al comprobar cuánta belleza ofrece una nación tan pequeña.

Y es que, Holanda es un país que combina historia, modernidad, y paisajes de ensueño, ofreciendo experiencias únicas en cada rincón.

Desde sus icónicas ciudades llenas de historia hasta sus tranquilos pueblos rodeados de naturaleza, este destino europeo tiene algo para cada viajero. A continuación, exploramos en profundidad los diez mejores lugares que visitar en Holanda, cada uno con su propia identidad y encanto especial.

1. Ámsterdam: Canales históricos, arte y vida cosmopolita

Ámsterdam, la capital de Holanda, es uno de los mejores lugares que ver en Holanda, y en Europa.

Con su intrincada red de canales, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad ofrece paisajes urbanos únicos. Pasear por sus calles adoquinadas, cruzando puentes y admirando las casas de fachadas estrechas, es como viajar en el tiempo al Siglo de Oro holandés. Pero Ámsterdam no es solo historia. Su vida moderna y vibrante atrae a millones de viajeros cada año.

El arte y la cultura son pilares fundamentales. El Rijksmuseum, por ejemplo, alberga algunas de las obras maestras más importantes de la pintura europea, incluyendo piezas de Rembrandt y Vermeer. Por otro lado, el Museo Van Gogh regala una experiencia íntima con el trabajo y la vida del pintor más célebre de Holanda.

Tampoco se puede dejar de lado la Casa de Ana Frank, un lugar conmovedor que recuerda los horrores del Holocausto y la resistencia de quienes vivieron tiempos oscuros.

Además, Ámsterdam es famosa por sus barrios encantadores. Jordaan, en particular, destaca por su ambiente bohemio, con tiendas boutiques, galerías de arte y cafeterías acogedoras que invitan a detenerse y disfrutar del ritmo pausado de la ciudad. Otro imprescindible es De Pijp, que está en auge como barrio ‘cool’ durante los últimos años. ¡No te pierdas su mercadillo de fin de semana!

 

Qué hacer en Holanda

2. Rotterdam: Una ciudad moderna que desafía las normas

Rotterdam es una de las ciudades más modernas y dinámicas que visitar en Holanda, famosa por su arquitectura innovadora y su vibrante vida urbana.

A diferencia de otras ciudades históricas del país, Rotterdam fue devastada durante la Segunda Guerra Mundial, lo que dio lugar a un renacimiento arquitectónico sin precedentes. Hoy en día, su paisaje urbano está lleno de edificios futuristas que la convierten en un laboratorio de diseño contemporáneo.

Uno de los símbolos más emblemáticos de la ciudad es el Puente Erasmus, una obra maestra de la ingeniería conocida cariñosamente como “El Cisne”. Este puente conecta las áreas más modernas de Rotterdam y ofrece vistas espectaculares del río Mosa y su puerto comercial, uno de los más importantes del mundo.

Otro hito arquitectónico destacado es la Markthal, un mercado cubierto con un imponente techo decorado con coloridos murales. Este lugar no solo es una maravilla visual, sino también un paraíso gastronómico que reúne sabores de todo el mundo.

Las Casas Cubo, diseñadas por Piet Blom, son otro ejemplo de la audaz creatividad de Rotterdam. Estas estructuras inclinadas parecen desafiar las leyes de la física y se han convertido en un símbolo de la innovación holandesa. Además, Rotterdam es una ciudad culturalmente vibrante, con una rica oferta de museos, festivales y vida nocturna.

 

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3. Kinderdijk: Molinos de viento y tradiciones centenarias

Kinderdijk es uno de los lugares más emblemáticos que ver en Holanda, famoso por sus molinos de viento que representan una parte esencial de la historia y cultura del país.

Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga 19 molinos históricos que datan del siglo XVIII. Estas estructuras atemporales son un testimonio del ingenio holandés en el manejo del agua, ya que fueron construidas para drenar las tierras bajas y protegerlas de las inundaciones.

Visitar Kinderdijk es como retroceder en el tiempo. Pasear por sus senderos rodeados de canales y extensos campos verdes ofrece una experiencia perfecta para desconectar y relajarte. Los molinos, con sus aspas girando lentamente, forman un paisaje que parece salido de un cuadro. Algunos de estos molinos están abiertos al público, pudiendo explorar su interior para aprender sobre su funcionamiento y la vida de los molineros.

La mejor manera de disfrutar de Kinderdijk es a pie o en bicicleta, siguiendo las rutas que rodean los canales y ofrecen vistas panorámicas incomparables. También es posible realizar un paseo en barco para apreciar los molinos desde el agua.

 

Kinderdijk, Holanda

4. Keukenhof: Un paraíso de tulipanes y colores vibrantes

Keukenhof, conocido como el jardín de Europa, es uno de los lugares más coloridos que visitar en Holanda y una celebración de la belleza natural.

Este parque, situado entre las localidades de Lisse y Hillegom, es famoso por sus vastos campos de tulipanes, narcisos, jacintos y otras flores que estalla de color cada primavera, creando un espectáculo visual impresionante. Con más de siete millones de flores plantadas cada año, Keukenhof es un destino que atrae a visitantes de todo el mundo.

El diseño del parque es un ejemplo perfecto de paisajismo, con senderos que serpentean entre jardines temáticos, estanques tranquilos y pabellones con exposiciones florales. Cada rincón de Keukenhof está cuidadosamente planeado para ofrecer una experiencia sensorial inolvidable, desde los colores vibrantes hasta los aromas delicados de las flores en floración.

Keukenhof también destaca por su importancia cultural e histórica. Los tulipanes, que llegaron a Holanda en el siglo XVI, se convirtieron rápidamente en un símbolo nacional y en un motor económico durante la “fiebre del tulipán”. Hoy en día, el parque celebra esta herencia con eventos especiales, exhibiciones y la posibilidad de aprender sobre la industria florícola.

 

Keukenhof: Un paraíso de tulipanes y colores vibrantes

5. La Haya: Historia, elegancia y conexión con el mar

La Haya, conocida como Den Haag en holandés, es una ciudad de gran importancia histórica y política que ver en Holanda. Aunque no es la capital oficial, es el centro gubernamental del país y alberga instituciones como el Parlamento, el Palacio de la Paz y la Corte Internacional de Justicia. Este aire de sobriedad y elegancia se refleja en su arquitectura y en la atmósfera tranquila que reina en sus calles.

Uno de los mayores atractivos de La Haya es el Mauritshuis, un museo, ubicado en un elegante palacio del siglo XVII, que alberga algunas de las obras más famosas del Siglo de Oro holandés, incluyendo La joven de la perla de Vermeer.

La ciudad también cuenta con amplios parques y avenidas que invitan a explorar su lado más relajado.

Aunque los holandeses te dirán que lo que hace única a La Haya es su conexión con el mar. A pocos kilómetros del centro se encuentra la playa de Scheveningen, un destino popular tanto para locales como para turistas.

 

visitar La Haya

6. Utrecht: Historia medieval y canales únicos

Utrecht, una de las ciudades más antiguas que ver en Holanda, es una joya escondida en el corazón del país.

Con una rica historia que se remonta a la época romana, esta ciudad combina su legado medieval con una energía vibrante que proviene de su gran población estudiantil. Lo primero que llama la atención al llegar a Utrecht es la Torre Dom, el campanario más alto de Holanda, que domina el paisaje urbano con sus 112 metros de altura. Haz el esfuerzo y sube sus 400 escalones para disfrutar de la mejor panorámica de la urbe y sus alrededores.

A diferencia de otras ciudades holandesas, los canales de Utrecht están bordeados por terrazas a nivel del agua, donde se encuentran restaurantes, cafés y estudios de arte que crean un ambiente hipnotizador. Caminar por estos canales o explorarlos en barco es una experiencia que no debes perderte.

Además de su belleza arquitectónica, Utrecht cuenta con museos fascinantes como el Museo Speelklok, dedicado a relojes y música mecánica.

 

Utrecht, lugar que ver en Utrecht

7. Giethoorn: El tranquilo pueblo sin carreteras

Giethoorn, apodado la “Venecia de Holanda“, es un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Este pequeño pueblo, situado en la provincia de Overijssel, es conocido por la ausencia de calles convencionales. En su lugar, los canales serpentean entre las casas tradicionales con techos de paja, creando un ambiente mágico. La forma más popular de explorar Giethoorn es en barcas eléctricas, conocidas como punters, que te llevan por las aguas tranquilas mientras disfrutas de vistas pintorescas.

Cada rincón de Giethoorn está adornado con jardines florecidos, puentes de madera y pequeñas granjas que parecen de otra época. Caminar o andar en bicicleta por los senderos que bordean los canales es otra manera ideal de explorar el pueblo.

Aunque es un destino pequeño, Giethoorn atrae a mucha gente, ya que es perfecto para desconectar de todo. Aquí, el tiempo parece moverse más despacio, y la conexión con la naturaleza y la simplicidad de la vida rural son los verdaderos protagonistas. Giethoorn es, sin duda, uno de los lugares más encantadores que visitar en Holanda.

 

la "Venecia de Holanda"

8. Zaanse Schans: Tradiciones y paisajes históricos

Zaanse Schans, un museo al aire libre situado a poca distancia de Ámsterdam, es una ventana al pasado rural de Holanda.

Este lugar recrea un típico pueblo holandés del siglo XVII, ofreciendo una experiencia auténtica y educativa sobre las tradiciones del país. La principal atracción de Zaanse Schans son sus molinos de viento, algunos de los cuales están en funcionamiento. Estos molinos, utilizados históricamente para tareas como moler granos o fabricar aceite, son un símbolo de la historia industrial de Holanda.

El pueblo también cuenta con casas de madera pintadas de verde, talleres artesanales y pequeñas fábricas que muestran cómo se elaboran productos tradicionales, como los famosos zuecos y los quesos holandeses.

Aquí podrás ser testigo de demostraciones en vivo y, en algunos casos, participar en el proceso de fabricación. Este lugar es perfecto para aprender sobre el legado cultural de Holanda en un entorno espectacular, ya que a Zaanse Schans le rodean canales, campos verdes y cielos amplios.

 

Zaanse Schans, un museo al aire libre

9. Haarlem: Elegancia histórica cerca de Ámsterdam

Haarlem, situada a solo 20 minutos de Ámsterdam, es una ciudad que encarna la sofisticación y el encanto histórico del país.

Conocida por su rica historia que se remonta al siglo XIII, Haarlem ofrece una experiencia más tranquila y auténtica en comparación con la capital.

En el corazón de la ciudad se encuentra la Grote Markt, una animada plaza a la que se asoman impresionantes edificios históricos como el Ayuntamiento y la iglesia de San Bavón. Esta iglesia, además de su arquitectura gótica, alberga un órgano monumental que fue tocado por músicos como Mozart.

Haarlem también es famosa por ser el hogar del museo Frans Hals, dedicado al pintor homónimo y a otras figuras del Siglo de Oro holandés.

Las callejuelas adoquinadas de la ciudad están llenas de tiendas exclusivas, cafeterías acogedoras y restaurantes donde degustar platos locales.

Con su atmósfera relajada, su riqueza cultural y su proximidad a Ámsterdam, Haarlem es un destino ideal que visitar en Holanda si buscas una escapada interesante cerca de la capital.

 

Haarlem

10. Islas Frisias: Naturaleza salvaje y playas vírgenes

Las Islas Frisias, un archipiélago situado en el norte de Holanda, es uno de los lugares naturales más hermosos y tranquilos que ver en Holanda.

Estas ínsulas, que forman parte del Mar de Frisia, ofrecen paisajes únicos con extensas playas de arena, dunas y marismas que piden a gritos ser recorridas a pie o en bicicleta. Cada isla tiene su propio carácter, lo que te permite elegir entre diferentes experiencias según tus intereses.

Texel, la isla más grande, es perfecta para quienes buscan actividades al aire libre, como el senderismo y la observación de aves. Aquí también se pueden visitar pintorescos pueblos y disfrutar de productos locales, como quesos y cervezas artesanales. Por otro lado, Schiermonnikoog es conocida por su tranquilidad y sus paisajes vírgenes, ideales para quienes desean desconectar y sumergirse en la naturaleza.

Uno de los espectáculos más emocionantes de las Islas Frisias es la observación de focas, que a menudo se pueden ver descansando en bancos de arena.

 

Islas Frisias

 

Artículo escrito por David Escribano, de Viajablog