Si hablamos de realizar un poco de trekking (este anglicismo que suena mucho más cool que decir “hacer senderismo”) no pensaríamos a priori que pudiésemos estar desarrollando una actividad de riesgo. Sin embargo, estas 5 rutas andando, una por cada continente, te pondrán la adrenalina por las nubes mientras las completas. Prepara tu mochila con todo lo necesario para una aventura de esta envergadura y, sobretodo, no olvides hacerte con un buen seguro de viaje para estar cubierto en caso de accidente.

ÁFRICA: Drakensberg

Esta travesía se ubica en Sudáfrica y recorre 65 kilómetros del Parque Natural de Natal. A través de peligrosas escaleras de cadenas se asciende hasta la cresta de las montañas, desde las que se obtienen unas vistas alucinantes. No hay un camino bien delimitado, huellas de animales y pisadas te harán de guía y te ayudarán a orientarte. Hasta 1985 se contabilizaron 55 muertes; en ese momento, dejaron de hacer estadísticas.

ASIA: Monte Huá-Shan

Situado en China, a este monte se accede a través de 999 escalones súper estrechos esculpidos en la roca y conocidos como “las Escaleras Celestiales”. Una vez arriba empieza lo realmente duro: un camino de tablillas de madera sobre el acantilado que va rodeando la montaña con solo unas cadenas de hierro a las que sujetarte. ¿El premio al final? Una bebida caliente en la Casa de Té que está instalada en la cima. No en vano se le denomina “El Camino de la Muerte”.

AMÉRICA: Rover’s Run Trail

Esta es la ruta principal del Far North Bicenntenial Park de Anchorage, en Alaska. El camino en sí es bastante sencillo y cómodo, y las condiciones climáticas suelen ser relativamente favorables. Entonces, ¿dónde entraña el riesgo? Pues bien, este camino es el elegido también por centenares de osos pardos, en especial en época de salmón, ya que lo atraviesan para dirigirse al río y sus afluentes a pescarlos. Llegan a ser tantos que es muy común cruzárselos, y pueden poner en aprieto a más de un turista, por ello, en determinadas épocas del año está prohibido visitarlo.

OCEANÍA: Kokoda

Es en Papua Nueva Guinea donde se encuentra este sendero de 96 kilómetros de longitud que fue escenario en 1942 de un sangriento encuentro entre Japón y Australia. Más tarde cayó en el olvido, pero hace unos años se popularizó de nuevo porque algunos exploradores lo recorrieron para llegar de Port Moresby hasta Kokoda. ¿El camino? Desde fango a media pierna a cascadas o raíces, por no hablar de las inesperadas lluvias torrenciales, y ¡cuidado con los mosquitos!.

EUROPA: El Caminito del Rey

Si bien es cierto que desde su restauración y reapertura en 2015 este camino no es ni rastro de lo que fue, esta ruta de servicio en el desfiladero de los Gaitanes, en Málaga, ha sido considerada durante muchísimo tiempo el sendero más peligroso del mundo. Ahora es un agradable paseo de tablas de madera que puede realizar cualquiera, pero es interesante descubrir los vestigios de su época más arriesgada.

Y tú, ¿te atreves con ellos?